jueves, 5 de julio de 2012

Fue una opción~


He crecido en los buenos momentos, en aquellos donde le sonríes a la vida y pareciera que ella a ti, pero he crecido más en los momento oscuros de mi existencia, en aquel instante donde sientes que no hay nada, que realmente no se puede vivir, pero vives, el instante donde nada gira, nada conspira, pero giras, el instante donde todo parece un tiempo perdido, pero encuentras. Entonces ¿Que ha pasado?, ¿cuándo fue que un juego se tornó realidad, cuándo fingir que nada importa pasó a ser mi realidad, dónde quedaron los momentos de entrega y  eterna pasión?. Ahora todo parece tan profundo, tan eterno, que no lo puedo alcanzar, no puedo recordar lo que se siente estar así, dejé que lo superficial se apoderara de mi cuerpo, que fuera su esencia la que me controlara

Es intentar evitar que vean tu interior, que sepan lo bueno y lo malo, evitar que tus secretos ya no lo sean nunca más, que tu esencia quede como un frágil cristal varado en medio de una guerra, sacudido por pensamientos y miradas, esperando el momento exacto para ser quebrado una vez más. ¿Que más da, si todo lo que muestras es efímero y superficial, qué te podrían dañar?. Nada que no puedas volver a reinventar.

Es un vaivén, no fue mi intención que una falsa ilusión se apoderara de mi corazón, no fue mi intención que se congelará el corazón. No puedo sentir tan profundo, no me pueden sentir en lo profundo, no hay nada que conecte para llegar a lo que esencialmente es puro. Los demás controlan mi apariencia y hoy pago el precio de lo que soy. No puedo culpar a nadie, fue una opción no mostrar la confusión, fue una opción engañar una vez más al corazón.

Camila.-

martes, 3 de julio de 2012

~Mitad acá, mitad allá



¿Cómo encontrar el punto exacto de tranquilidad sin estropear el límite de felicidad?
¿Cómo olvidé lo que realmente fue el amor?
¿Cómo reencontrar algo que no recuerdo haber encontrado?

 No soy si no estás, ¿dónde estás? Y si estas ya no estas.
¿Cuántas veces hemos existido? Si en cada existencia vuelvo a olvidar que existes. ¿Te he visto antes? no recuerdo ni un recuerdo a tu lado.

Como poder ser, si hay una mitad que no he podido ser. Como encontrar el punto perdido de lo que aún no ha podido ser. ¿Estás? No, creo que ya no estás. ¿Dónde estás? En un lugar que no he podido encontrar.

Efímera sensación de complicidad, efímero deseo de reencontrar, cada vez parece más eterno nuestro caminar. He pasado más de mil noches sin ti, he pasado noches olvidando tu existir. ¿Habrá un lugar que espere por volvernos a sentir?

Parece una larga vida si pienso en tu encuentro, parece una corta vida si malgasto mi tiempo pensando en eso

¿Eres? ¿Estás? No te veo ni te siento en ningún lugar.

¿Cuántas estrellas fugaces debo esperar para chocar con tu brillante mirar? ¿Cuánto debo tropezar para alcanzar tu camino y volver a comenzar?

¿Me recuerdas? Alguien fluye por el agua, alguien espera tu llegada. ¿Me recuerdas? Las danzas en el universo y el brillo de las estrellas ¿Ya recuerdas? La creación de nuestro corazón, la esencia que nace para entregar amor ¿Recuerdas...? Aquel pacto de unión, aquel momento de separación

¿Dónde has estado?

Estoy malgastando mi tiempo en esta sensación, existes muy lejos de mí, ¿acaso los dos nos sentimos así? Buscando y preguntando si existimos en una parte donde nuestro destino sea reencontrarnos.

Acá estoy... Existo para ti, ¿Estás aún para encontrarte en mí?

Camila.



El árbol de manzanas~


Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta llegar al tope, lo divertía y le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño. 

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
 

Un día aquel niño regresó al árbol y escuchó como este muy tristemente le preguntaba: 
- ¿Vienes a jugar conmigo?,  pero el muchacho contestó:

-  Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles, lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos. 
- Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas, de esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes.
El muchacho se sintió muy feliz.
  Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz, pero el niño  más nunca volvió y el árbol volvió a estar triste. 

Tiempo después, aquel niño ya siendo un adulto regresó, el enorme árbol se puso feliz y le preguntó:
 
- ¿Vienes a jugar conmigo? A lo que él respondió:

- No tengo tiempo para jugar, debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?" y el árbol respondió:

 - Lo siento no tengo una casa, pero...tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa". 
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero nuevamente nunca más volvió y el árbol volvió a estar triste y solitario.
 

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado.

– ¿Vienes a jugar conmigo? le preguntó. El hombre contestó "Estoy triste y volviéndome viejo,  quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo. 

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte ni siquiera manzanas". El hombre replicó "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar...Porque ahora ya estoy viejo".
 
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas". Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan cansado después de tantos años". a lo que el árbol respondió: "Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa”.

El hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.
 



Esta historia que encontré venia con una gran y triste enseñanza.

El árbol son nuestros padres, nosotros somos los niños, que en una primera instancia no nos despegamos de ellos, pero mientras vamos creciendo nos distanciamos aunque lo neguemos es así y solo nos acercamos cuando estamos en problemas y necesitamos ayuda,  ellos como buenos padres siempre estarán allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices, siempre volveremos a ellos mientras estén aquí y ahora, ¿pero cuando no estén?... Tratemos de ver más allá, un abrazo y un te quiero no te dañaran, al contrario. El momento de disfrutarlos es ahora...para esto no existen los futuros.