Es una leyenda china conocida comúnmente en Japón como la
leyenda de Tanabata, que fue adaptada a una tradición celebrada el 7 de julio donde se recuerdo a los dos
enamorados que representan las estrellas vega y Altaír que se encuentra a cada
lado de la vía láctea.
-
Orihime
era una princesa muy bella que se dedicaba a tejer hermosas telas a orillas del
río Amanogawa, su padre, el rey celestial, estaba encantado del esfuerzo que ponía su hija en ello.
- Pero
le preocupaba que su hija estuviera tan solitaria, entonces arreglo un
encuentro amoroso entre su hija y un pastor llamado Hikoboshi que vivía al otro
lado del río, al momento de verse se enamoraron perdidamente al instante, tiempo
después se casaron y disfrutaron de su
amor, todo iba bien hasta que comenzaron a descuidar sus tareas, a causa de
esto el rey celestial se enfureció y los castigo poniéndolos a cada uno al lado
opuesto del río prohibiéndoles que se vieran, Orihime muy triste y con muchas
lágrimas en sus ojos le rogó a su padre
que los dejara verse una vez más, el rey no pudo resistirse conmovido por
aquellas lágrimas y aquel tan hermoso amor, entonces los dejo verse cada séptimo día del séptimo mes.
- Al momento de verse se dieron cuenta que no podían
cruzar aquel río ya que no existían un
puente que se los permitiera, la princesa muy triste lloro tanto que unas
urracas se le acercaron y formaron un puente con sus alas para que aquellos
enamorados pudieran verse, al ver tanta alegría en ellos las urracas
prometieron volver todos los años siempre y cuando no lloviera. Si llovía debían
esperar hasta el próximo año para verse.
-
Cuando
se celebra esta tradición y llueve los
japoneses se ponen muy tristes y llaman a esta lluvia…”lluvia de lagrimas”. Es la
única ocasión en donde los dos amantes pueden verse, las parejas escriben sus
deseos amorosos en un papel coloreado y las atan en ramas de bambú que luego se
deja en el río o se queman.
Además de esto existe una canción para esta
tradición:
♪Las hojas de bambú susurran
meciéndose en el alero del tejado.
Las estrellas brillan
meciéndose en el alero del tejado.
Las estrellas brillan
en los granos de arena dorados y plateados.
Las tiras de papel de cinco colores
ya las he escrito.
Las estrellas brillan,
nos miran desde el cielo.♪
A pesar del gran amor que se sienten, es triste pensar que
pueden verse solo una vez al año... esta leyenda nos podría hacer reflexionar y
decirnos a nosotros mismos que el amor no muere por la distancia, ni por
el tiempo… si no por otros motivos.
Iba muy bien, hasta que añadiste el comentario sentimental sobre otros motivos de que muera el amoor
ResponderEliminarIba muy bien, hasta que añadiste el comentario sentimental sobre otros motivos de que muera el amoor
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